En un artículo reciente del Washington Post, se revela que un oficial militar ucraniano con profundos vínculos con los servicios de inteligencia del país desempeñó un papel central en el bombardeo de los gasoductos Nord Stream el año pasado. Según funcionarios en Ucrania y en otros lugares de Europa, así como otras personas familiarizadas con los detalles de la operación encubierta, este oficial, Roman Chervinsky, fue el "coordinador" de la operación, gestionando la logística y el apoyo para un equipo de seis personas que alquiló un velero bajo identidades falsas y utilizó equipo de buceo de aguas profundas para colocar cargas explosivas en los gasoductos. El ataque, que tuvo lugar el 26 de septiembre de 2022, causó enormes fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, dejando solo uno de los cuatro enlaces de gas de la red intacto mientras se acercaba el invierno.
Chervinsky no actuó solo y no planeó la operación por sí mismo. Según las personas familiarizadas con su papel, el oficial recibió órdenes de funcionarios ucranianos de mayor rango, que a su vez informaban al general Valery Zaluzhny, el oficial militar de mayor rango de Ucrania. Estas revelaciones proporcionan la evidencia más directa hasta la fecha de la implicación de los líderes militares y de seguridad de Ucrania en un acto de sabotaje controvertido que ha dado lugar a múltiples investigaciones penales y que los funcionarios estadounidenses y occidentales han calificado como un peligroso ataque a la infraestructura energética de Europa.
Es importante destacar que Chervinsky ha negado cualquier participación en el sabotaje de los gasoductos Nord Stream. A través de su abogado, ha declarado que todas las especulaciones sobre su participación en el ataque son difundidas por la propaganda rusa sin ninguna base. Sin embargo, las fuentes citadas en el artículo del Washington Post y Der Spiegel afirman que Chervinsky desempeñó un papel importante en la operación y que recibió órdenes de funcionarios ucranianos de alto rango.
El ataque a los gasoductos Nord Stream ha generado tensiones diplomáticas entre Ucrania y otros países, así como objeciones por parte de funcionarios estadounidenses. Aunque Ucrania ha llevado a cabo muchas operaciones audaces y secretas contra las fuerzas rusas, este ataque en particular ha sido criticado por dirigirse a la infraestructura civil destinada a proporcionar energía a millones de personas en Europa. Aunque Gazprom, el conglomerado gasístico estatal ruso, posee el 51% de Nord Stream, empresas energéticas occidentales, incluidas de Alemania, Francia y los Países Bajos, son socias e invirtieron miles de millones en el proyecto. Ucrania ha expresado durante mucho tiempo su preocupación de que Nord Stream permita a Rusia eludir los gasoductos ucranianos, privando a Kiev de importantes ingresos por tránsito.
El papel de Chervinsky en el ataque a los gasoductos Nord Stream pone de manifiesto las complejas dinámicas y rivalidades internas del gobierno en tiempos de guerra en Kiev, donde el establecimiento de inteligencia y militar de Ucrania a menudo está en tensión con su liderazgo político. Chervinsky, un coronel de 48 años condecorado que sirvió en las fuerzas de operaciones especiales de Ucrania, ha ocupado cargos de alto nivel en la agencia de inteligencia militar del país y en el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). Además, tiene estrechas relaciones profesionales y personales con líderes militares y de seguridad clave.
Es importante tener en cuenta que Chervinsky está actualmente detenido en una cárcel de Kiev bajo cargos de abuso de poder relacionados con un complot para atraer a un piloto ruso a desertar a Ucrania en julio de 2022. Las autoridades alegan que Chervinsky actuó sin permiso y que la operación reveló las coordenadas de una base aérea ucraniana, lo que provocó un ataque con cohetes rusos que mató a un soldado e hirió a otros 17.
En resumen, el artículo del Washington Post revela la participación de un oficial militar ucraniano de alto rango en el bombardeo de los gasoductos Nord Stream. Esta revelación proporciona la evidencia más directa hasta la fecha de la implicación de los líderes militares y de seguridad de Ucrania en un acto de sabotaje que ha generado tensiones diplomáticas y ha sido calificado como un peligroso ataque a la infraestructura energética de Europa. Aunque Chervinsky ha negado su participación, las fuentes citadas en el artículo respaldan su papel en la operación.